viernes, 15 de agosto de 2014

El grabado de Goya

  Francisco de Goya y Lucientes fue un artista español nacido en Fuendetodo en 1746 que se dedicó a satirizar la sociedad de su época y cuya obra, se dice, marcó el inicio de la pintura contemporánea. En 1780, le nombraron Académico de Mérito de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde cinco años después desempeñaría como Subdirector de Pintura, sólo para convertirse en Pintor del Rey al año siguiente. En 1790, la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos lo nombró socio de mérito y cinco años más tarde ganó la plaza de Director de Pintura en la Academia de San Fernando (puesto que dejaría e 1797). Más tarde se dedicaría a ilustrar la Guerra de Independencia de México de España.  Eventualmente su salud se fue deteriorando hasta que falleció de un tumor en el peritoneo y fue sepultado en el cementerio de la Chatreuse.


  Esta semana fui a visitar la exposición de arte Francisco de Goya:  Los caprichos y disparates, en el Centro Cultural Clavijero, una colección de grabados que incluía sus series Caprichos y Disparates.

  La primera, presentada en 1799, consta de ochenta grabados en aguafuerte, aguatinta y punta seca que con criaturas deformadas y extravagantes, critica las costumbres y vicios de su época. 

  Personalmente, aunque creo apreciar el trabajo y la técnica utilizada, y me fascina su censura, su obra no me resulta especialmente atractiva en cuestión de estética, pero encontré los siguientes grabados particularmente interesantes:

Nadie se conoce. Trata de cómo todas las personas ocultan su verdadera naturaleza.

 Tú que no puedes. Representa que los seres verdaderamente humanos que integran la sociedad son los que cargan el peso de los burros que la controlan.


 Devota profesión. Aquí difieren los documentos, habiendo los que señalan que representa la unión de una novicia a  la orden de brujas brujas, y los que dicen que representa a un par de seres mezquinos alcanzando grandeza al aferrarse a los textos sagrados.

  

   La segunda, también conocida como Los Proverbios, creada alrededor de 1815 y 1824 y probablemente dejada incompleta, consta solamente de veinticinco estampas realizadas en aguatinta, aguafuerte, punta seca y bruñidor.

    


  






He aquí un equeño video de Goya realizando un grabado en aguafuerete:


1 comentario:

  1. Algo que me pareció fascinante de este artista fue la exquisitez de su caligrafía: pulcra y elegante, tenía que hacerla al revés para que pudiera leerse una vez que se imprimiera la imagen.

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